El mismo fue promocionado en el marco de la Fiesta Nautica en la ciudad, donde vecinos y turistas pudieron observar a través de él el ambiente marino frente a la costanera local.
El visor promocionado e instalado por Turismo municipal sufrió daños sin explicación y por segunda vez.
El dispositivo ya había sido retirado anteriormente por el mismo motivo, y ahora se intenta buscar a los responsables y tomar medidas al respecto.
Desde la Subsecretaría de Turismo, se lamentó el daño ocasionado a este visor.
«Hoy nos encontramos con un panorama desagradable. Veníamos a hacer una actividad para que la gente tenga una primera experiencia de avistaje continental del ambiente marino con el instrumental óptico y nos encontramos con que las ópticas del visor estaban trizadas. Parte del instrumental rayado. El mismo fue sacado y hay que enviarlo al proveedor de Buenos Aires para ser reparado ya que es traído de forma internacional y el costo del mismo fue elevado, así como lo será su reparación», explicó Bequi Bermúdez al programa radial Verano Caletense.
La funcionaria subrayó la importancia de la educación como herramienta para prevenir este tipo de actos vandálicos. «Desde turismo trabajamos mucho con lo que son nuestros circuitos turísticos enfocados en una Caleta Olivia como ciudad natural con nuestros recursos. Hacemos muchas charlas educativas para los colegios. Tratamos de educar constantemente. Hacemos lo que podemos desde nuestro alcance, pero la educación debe venir desde la casa igual», concluyó Bermúdez.
Vandalizar es desvalorizar
Sobre las causas del vandalismo, la psicóloga Sandra González manifestó respecto al tema que uno de los motivos podría atribuirse a la desvalorización de lo público y también lo privado, hablando de la institución en sí.
Manifestó que “no se está educando en el tema de cuidar las cosas, en el sacrificio que cuestan las cosas. Crecer con esta concepción de la vida complica”, comentó la psicóloga.
Añadió que los valores cambiaron, antes cuando la gente no podía acceder a la educación tenía igualmente valores sociales que hoy no tiene.
Todo esto se relaciona con la educación que se brinda desde la familia. Influye, según González, la cantidad de padres disconformes que incitan muchas veces a cometer actos de vandalismo, de forma directa o indirecta, a través de la desvalorización que hacen de las instituciones. Esto se refleja en la desautorización de la familia al rol de una autoridad en general. Si éste pone un límite, el padre se queja por ponerle límites al niño, adolescente, jóven; sin preguntar qué hizo y evaluar si fue o no justo.
“Hay una gran confusión en cuanto a lo que se puede hacer y lo que no. Además hay una gran dificultad de los adultos para poner límites. Queda como que todo vale, y entre las cosas que vale, también está el romper”, comentó la especialista.
(Fotos: CRN Noticias)