Argentina no firmará el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea
En continuidad con esta postura, el presidente francés, Emmanuel Macron fue otro de los que no apoyó la firma del acuerdo dejando en claro que “no es beneficioso para nadie”.
Argentina decidió no firmar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea durante la próxima cumbre del Mercosur programada para el jueves 7 de diciembre en Río de Janeiro, Brasil. Vale destacar que la postura del gobierno de Alberto Fernández difiere de los objetivos de la administración entrante liderada por Javier Milei, es por eso que Diana Mondino, futura ministra de Relaciones Exteriores, expresó esta semana su perspectiva sobre el acuerdo, señalando: “No se trata solo de la UE, sino también del EFTA, Singapur y ASEAN. Son oportunidades monumentales que se presentan. Esperamos que se concrete ahora; Alberto puede lograrlo y obtener este éxito. Es mucho mejor contar con el acuerdo que no tenerlo”.
En diálogo con La Nación, el canciller saliente Santiago Cafiero explicó la decisión de Argentina de no firmar el acuerdo: “El acuerdo Mercosur-UE, iniciado en 2019, tiene un impacto negativo en la industria del Mercosur, sin proporcionar beneficios significativos a sus exportaciones agropecuarias. Estas exportaciones están limitadas por cuotas restrictivas y sujetas a regulaciones ambientales unilaterales que las exponen a vulnerabilidades futuras”. Además, agregó que el Pacto Verde establecido por la UE en 2019, poco después de iniciar las negociaciones con el Mercosur, “ya impone mayores costos y restricciones a las exportaciones del Mercosur de alimentos y otros productos”.
En las últimas horas, los presidentes de España, Pedro Sánchez, y de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, coincidieron en brindar un último “impulso político” para que la UE y el Mercosur puedan cerrar finalmente el acuerdo. Esto fue durante su participación en la Conferencia de las Partes (COP28) sobre cambio climático en Dubai. En caso contrario, también desde allí, el presidente francés, Emmanuel Macron, se manifestó en contra: “No es beneficioso para nadie”.
Desde el Gobierno negaron tensiones con otros países y enmarcaron la situación como parte de una negociación. Además, destacaron que España, al igual que los países de la UE, “quiere que se firme”, pero se aclaró que “ellos obtienen un buen mercado; el Mercosur aún no tiene claro cuál sería su ganancia”. Al mismo tiempo, aseguraron que “el Mercosur comparte la opinión de que no se alcanzaron las metas establecidas”, aunque en principio, Argentina sería la única que no está dispuesta a firmar, lo que implica la no entrada en vigencia del acuerdo.
En ese sentido, Cafiero continuó declarando que en 2019, después de iniciar el acuerdo, no se avanzó hacia la suscripción debido a cambios en las autoridades europeas y que la nueva Comisión planteó nuevas demandas en materia ambiental, que se concretaron tres años y medio después, en marzo de este año. “Desde la presentación de un documento adicional por parte de la UE, hemos estado trabajando intensamente con los colegas del Mercosur, con el objetivo de proponer modificaciones que permitan generar condiciones para el desarrollo de nuevas cadenas de valor, incluidas aquellas vinculadas a la electromovilidad, donde podamos generar empleo y exportaciones con valor agregado”, manifestó.
Y concluyó indicando que “las conversaciones continuarán y se ha realizado un trabajo considerable. Sin embargo, no se dan las condiciones para firmar el acuerdo. Las demandas del Mercosur están sobre la mesa, defendiendo los intereses del agro y de la industria. Como hemos expresado en diversas ocasiones, un acuerdo puede ser beneficioso, pero no cualquier acuerdo. Seguiremos trabajando para lograr las incorporaciones necesarias, de manera que las brechas y asimetrías entre los dos bloques no solo no aumenten, consolidando al Mercosur como proveedor de materias primas, sino que se reduzcan mediante la creación de cadenas de valor equilibradas”.