El nuevo presidente advirtió que las cosas iban a empeorar antes de mejorar. Los argentinos ya viven esa realidad.

En las últimas dos semanas, el dueño de un bar de vinos de moda en Buenos Aires vio cómo el precio de la carne se disparó un 73 por ciento mientras que el zapallito largo o calabacín que pone en las ensaladas aumentó el 140 por ciento. Un conductor de Uber pagó un 60 por ciento más para llenar el tanque de su auto. Y un padre dijo que había gastado el doble en los pañales de su bebé que lo que le habían costado el mes pasado.