“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”

Lo decía Nelson Mandela. Y hoy lo podemos comprobar. La educación nos permite comprender mejor el mundo en el que vivimos y qué ocurre a nuestro alrededor, desde múltiples perspectivas y no solo desde la que nos cuentan. La educación nos interconecta y nos iguala como especie humana destacando nuestras diferencias sociales y cognitivas.

La educación nos brinda un puente a la ciencia y a la tecnología, entre otras muchas disciplinas, que nos ayudan a entender cuáles han sido los grandes avances de la humanidad y por qué hoy somos quienes somos. Sin ir más lejos, la actual situación que estamos viviendo en el planeta nos demuestra hasta qué punto es importante mantener unos pilares fuertes de ciencia y de tecnología médica. 

Cuando estudiamos en el instituto nunca nos dimos cuenta de lo importante que sería lo que en su día aprendimos para entender lo que nos rodea. Hoy lo podemos comprobar. 

Muchos pensaban que las matemáticas eran un conjunto de números inservibles que solo estaban diseñados para amargarnos la vida. ¿Sabíais que son muchos los modelos matemáticos los que se están usando para predecir el comportamiento de la pandemia de Covid 19? De ellos dependen en muchos casos la toma de decisiones importantes. Podría poner otros muchos ejemplos, pero creo que excedería los límites de esta publicación. 

También había quien decía, ¿para qué voy a aprender inglés si no voy a ir al extranjero? ¿Por qué tengo que estudiar Biología si quiero ser artista? 

Cada día intento transmitirle a mis estudiantes cómo de importante es que aprendan, y no solo que aprueben. Por supuesto que conseguir nota es importante. Pero si ven el aprendizaje como una experiencia positiva y diferente, sacarán el máximo partido de esta y olvidarán los estragos de estudiar en casa cuando hace un tiempo magnífico en la calle. Y lo que es más importante, aprenderán a aprender. 

Creo que la principal razón para hacer gratuita y obligatoria a la educación es de carácter humanista. Desde la Ilustración, muchos grandes pensadores han expresado, de una u otra forma, que el conocimiento, y la educación como instrumento para tener acceso al conocimiento, deben ser patrimonio de todos y no sólo de las clases pudientes. También muchos ideólogos demócratas opinan que educar a la ciudadanía es esencial para la formación de ciudadanos política y cívicamente participativos y responsables. La ONU, incluso, ha declarado a la educación como un derecho para todos las personas del planeta.

La otra cara del carácter gratuito de la educación es el de la política pragmática de muchos gobiernos. Sí, se brinda educación gratuita, pero al no invertir suficientes recursos económicos, materiales y humanos, ésta se convierte en una educación gratuita pero mediocre, en el mejor de los casos. Al establecer la gratuidad de la educación se aparenta la administración de justicia social, de dar a todos, hasta los más pobres, acceso a la educación que les permita superarse en la escala socioeconómica. Pero a la vez, al hacer la educación tan deficiente y carente de medios, se mantiene el status quo y se restringe severamente la movilidad social. Además, alguien una vez dijo que, un pueblo ignorante es un pueblo controlable.

Nuestras próximas generaciones son la mejor inversión de nuestros países .

Dentro de las organizaciones sociales, la paz se basa en la naturaleza misma del hombre. La educación es la mejor arma para la paz dice Montessori, la educación como piedra angular.

Estimado Diputado Benegas Lynch, te invito a informarte, a investigar y luego a opinar.

Educación: “La mejor arma para la paz” no dispara balas, sino valores

Educar para la paz. Una urgencia ante la violencia y descomposición moral. Una propuesta que invita a no perder la esperanza.

Eliminar la violencia

Fortalecer a los actores del sistema educativo para promover la paz desde cada uno de sus roles, aportando a la resolución pacífica de conflictos, a la convivencia armoniosa

Varios Premios Nobel redactaron una serie de principios con los que el ciudadano debe comprometerse para lograr una cultura de paz en la familia, trabajo, comunidad.

Entre ellos figuran: Respetar la vida y dignidad de cada persona, sin discriminación ni perjuicios. Practicar la no violencia activa, rechazarla en todas sus formas: físi- ca, sexual, sicológica, económica y social, sobre todo hacia los más vulnerables. Compartir el tiempo y recursos materiales, cultivando la generosidad, combatir la exclusión, la injusticia y opresión política y económica.

Conservar el planeta, promoviendo un consumo responsable y un modo de desarrollo que considere la importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los recursos naturales.

Todo educador debe “seguir al niño”, reconociendo las necesidades evolutivas y características de cada edad, y construyendo un ambiente favorable, tanto físico como espiritual, paradar respuesta a esas necesidades.

La educación es una actividad que solo el hombre puede hacer con el fin de construir su historia y la de la humanidad, esto, guarda relación con la cultura y al mismo tiempo la acrecienta a través de sus expresiones ya sean artísticas o intelectuales; además, el ser humano debe tener en cuenta que esa construcción se logra a partir de la experiencia que se tiene de vivir en el mundo, la manera en que se conozca este y la forma de superar cada inconveniente.

La escuela debe favorecer el mejoramiento de la sociedad; su compromiso es desarrollar la capacidad de formular nuevas propuestas para la solución de sus problemas; así, las generaciones venideras que sigan con esa cultura educativa podrán tomar esos avances y crear nuevas soluciones que contribuyan al progreso del conocimiento y de su sociedad. Bien sostiene Popper (1974) que “si alguien partiese de donde partió Adán no progresaría más que este” (p. 120), luego, siempre será significativo tomar las experiencias de otros para formar las propias, ya que según dirá el autor en La lógica de la investigación científica, la ciencia puede entenderse desde distintas ópticas: la epistemología, la psicología, la sociología y la política; puede ser una herramienta, un medio de producción y sirve para satisfacer las necesidades intelectuales (Popper, 1962), pero sobre todo, la ciencia tiene como objeto aproximarse a la verdad, pues esa es la manera como avanza el conocimiento científico.

Esta es, en pocas palabras, mi posición con respecto a la teoría del conocimiento. Conlleva [a] creer que el conocimiento -el conocimiento científico- es inestable, crítico, que se halla en expansión y que siempre es provisional, hipotético. Busca la verdad y trata de acercarse más a la verdad, sin llegar nunca a pretender o intentar justificar la pretensión de que la ha alcanzado (Popper, 2010, p. 51).

De acuerdo con lo precedente, al hablar de contribución a la sociedad, es importante aclarar que la educación para Popper tiene una base epistemológica sólida que va de la mano de su planteamiento sociopolítico, tal como sostiene el profesor Campo Elías Burgos (2010a): “la educación, en la medida que se promueve el espíritu crítico, contribuye al fortalecimiento de la democracia” (p. 126), dado que:

La política, la sociología y la historia son, entre otros, campos de la praxis científica; esto significa que, como en el caso de otros filósofos, en el pensamiento de Popper hay una estrecha relación entre el planteamiento teórico -científico- y el histórico -político- (Burgos, 2004, p. 79).


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